Doplemente Exitoso

Solo dos años más, entonces East African Breweries Limited (EABL) celebrará su centenario y recordará la entrega de la primera caja de su cerveza en diciembre de 1922 al tradicional Stanley Hotel en Nairobi. Actualmente, EABL elabora y vende sus productos en más de 10 países de África y aún más lejos con sus filiales en Kenia, Tanzania y Uganda. Sin embargo, EABL genera en Kenia la mayor parte de sus ventas, alrededor del 70%, con Kenya Breweries. Desde el año 2000, el grupo forma parte del consorcio británico Diageo, el mayor fabricante de bebidas espirituosas del mundo.

Colaboración probada

La colaboración entre KHS y Kenya Breweries tiene una larga tradición: La cervecería ha estado colaborando con el proveedor de sistemas de Dortmund y sus empresas predecesoras desde hace aproximadamente 45 años. En los emplazamientos de Ruaraka cerca de Nairobi y Kisumu en el oeste del país, había y hay numerosas máquinas y líneas KHS. En 2005 y 2010, EABL adquirió un equipo KHS de kegs que incluía despaletizado y paletizado, el primero con una capacidad de hasta 400, el segundo para hasta 480 barriles de 50 litros por hora. En 2016 se realizó la revisión general y la ampliación de capacidad de la segunda línea a 800 kegs por hora. El ejemplo más reciente es una nueva línea con cinco Innokeg-Transomaten, limpieza exterior y desapiladores y apiladores de palets, que entró en funcionamiento en Kisumu a finales de 2018. En este emplazamiento, que anteriormente había estado cerrado durante unos años, ahora se ha construido una planta completamente nueva según estándares altamente innovadores por el equivalente a 150 millones de euros.
 

Mejores resultados con KHS

“KHS desarrolla las mejores soluciones de kegs, y establece estándares con sus innovaciones”, explica Jacob Bett, gerente del sitio en Kisumu. “En términos de seguridad e higiene, durabilidad, así como eficiencia energética y consumo de medios, la tecnología de KHS ofrece los mejores resultados”. Esto significa que las máquinas cumplen con las altas exigencias ecológicas y económicas que EABL se impone a sí misma. Después de todo, en África cada gota de agua cuenta, señala Bett, y agrega que EABL es uno de los pioneros en términos de sostenibilidad en este continente. Por lo tanto, está orgulloso de que todos los procesos de elaboración y envasado se hayan optimizado de tal manera que el consumo de agua por litro de cerveza se haya reducido de tres litros y medio a tres litros. La compañía también actúa en una variedad de formas en cuanto a su huella de CO₂, desde sistemas fotovoltaicos para generar energía hasta sistemas de recuperación y depuración de agua que mantienen en circulación alrededor de 900 metros cúbicos de agua todos los días.

En EABL, sostenibilidad se entiende ante todo como responsabilidad social de la empresa. Bajo el lema “Del grano al vaso”, se considera y promueve toda la cadena de valor, desde los agricultores hasta los consumidores. En constante diálogo con el gobierno de Kenia, se está luchando por lograr condiciones impositivas y regulatorias estables. En última instancia, también existe un gran compromiso respecto al uso responsable del alcohol. Por un lado, se están estableciendo programas para fomentar el consumo moderado de alcohol y, por otro, se combate activamente la destilación ilegal de aguardiente y el alcoholismo.

Lucha contra los molinos de viento

Para el gobierno de Kenia, luchar contra el alcohol ilegal y los daños a la salud derivados de su consumo sigue siendo como luchar contra los molinos de viento. En la década de 1990 lo intentó mediante drásticos aumentos de impuestos. Como resultado, el precio de las bebidas alcohólicas legales aumentó con tanta fuerza que, entre 1991 y 2001, sus ventas se redujeron de 400 millones de litros a 240 millones de litros. No obstante, el consumo de alcohol no se redujo. Al contrario: Al mismo tiempo, el mercado negro de cerveza elaborada de forma privada y de aguardiente destilado ilegalmente creció enormemente, en especial en los barrios marginales. Desde hace generaciones, por ejemplo, aquí se elabora Chang'aa, un matarratas elaborado con caña de azúcar fermentada, mijo y maíz. En los procesos no industriales que se utilizan para esto, el contenido de alcohol no se puede controlar, y a menudo se utilizan productos químicos como el metanol o el queroseno para aumentarlo. El consumo de esta bebida cuestionable puede costarle la vista o incluso la vida al consumidor. Cada año, alrededor de 500 kenianos mueren a causa del alcohol producido ilegalmente.

Una cerveza para todos

En 2003, los productos irregulares representaron el 56% del consumo de alcohol en Kenia. Un año después, EABL lanzó su inconfundible “Senator Keg”, una cerveza que fue desarrollada especialmente para las necesidades del grupo destinatario previamente desatendido de personas de bajos ingresos y que era asequible para todos. La botella Senator de 300 mililitros ya está disponible a un precio extremadamente bajo - cuesta sólo alrededor de una quinta parte de “Tusker”, la marca principal de EABL. Según los hábitos de consumo de los ciudadanos más pobres del país, la cerveza se sirve en decenas de miles de pequeños bares al borde de las carreteras y en los pueblos más apartados. Por un lado, mediante medidas de cualificación, la cervecería se aseguraba de que se sirviera a los clientes una bebida de alta calidad en condiciones higiénicas. Por otro lado, se aseguró que cada vez más puntos de venta de kegs Senator exclusivos y con licencia, reemplazaran la economía informal anterior.

El producto de bajo precio fue posible gracias a que la cervecería abrió nuevos caminos de tres maneras.

01 - Abastecimiento local

Primero, se tomó la decisión de elaborar una cerveza completamente sin lúpulo, ya que este es difícil de obtener y comparativamente costoso. El principal cereal utilizado para Senator es el sorgo, sin que ello implique un compromiso para la calidad. Actualmente, el 80% de la materia prima se obtiene de los 62.000 agricultores locales que contrató EABL.

02 - Embalaje económico

En segundo lugar, los costes de embalaje se redujeron al mínimo al no envasar la cerveza en botellas de vidrio, sino solo en kegs de 50 litros, en los equipos KHS. Por un lado, tuvieron que desarrollar su propia bomba manual para evitar los costosos equipos de dispensación de cerveza. Por otro lado, se añadió menos CO₂ a la cerveza para que se pudiera servir sin que espumara en exceso. Esto, a su vez, permite servir sin sistemas de refrigeración costosos, que consumen mucha energía.

03 - Baja carga impositiva

En tercer lugar, la cervecería pidió al gobierno de Kenia que redujera los impuestos a los kegs de la marca Senator, para que así un precio más bajo pudiera alejar a los consumidores de las bebidas ilegales. De hecho, las autoridades aceptaron esta línea de argumentos y otorgaron reducciones de impuestos de inicialmente un 100%, y ahora de un 80%.

Senator Keg, desde hace 17 años en el mercado, ha sido la marca de cerveza más importante de Kenia, incluso si el crecimiento, sobre todo debido a las cambiantes condiciones del marco político y a la renovación de impuestos, no es tan rápido como en los primeros años. Sin embargo, esta historia de éxito se considera en todo el mundo como un excelente ejemplo de marketing exitoso, en armonía con la responsabilidad social.

La nueva planta de Kisumu contribuye de forma decisiva a mantener las capacidades necesarias para el éxito del producto. Un total de 1.600 barriles de 50 litros, es decir, 800 hectolitros por hora, ahora se pueden llenar en tres sistemas de barriles en Kenya Breweries. Ahora, en los tres equipos de kegs de Kenya Breweries, es posible envasar 800 hectolitros por hora, o sea 1.600 kegs de 50 litros cada uno. En 2019, en comparación con el año anterior, la producción de kegs Senator aumentó en un 32% gracias a la nueva fábrica.

Eficiencia récord

Jacob Bett enfatiza lo satisfechos que están él y sus colegas con el equipo de KHS: “Con su rendimiento excepcional, la línea de llenado altamente moderna de KHS nos brinda eficiencias de producción (OEE) récord de hasta un 100%, lo que por supuesto tiene un efecto muy positivo en nuestra capacidad. Con cifras como esta, el equipo definitivamente se amortizará en muy poco tiempo. Todos están contentos de invertir en una línea que permita tal rendimiento”.

Bett también califica la colaboración como positiva en todo momento: “KHS es muy dinámica en sí misma y se adaptó a nuestra forma de trabajar sin ningún problema”, dice. “Para lograr nuestros objetivos incluso bajo una gran presión de los plazos, tuvimos que confiar en equipos altamente eficaces y que trabajaran rápido. Gracias a una cultura de comunicación abierta y sin complicaciones, alcanzamos los diversos hitos casi sin esfuerzo en nuestro camino común”.

Servicio local

Para garantizar que la producción funcione sin problemas a largo plazo, EABL confía en el servicio local de KHS en Kenia: En un SLA*, se llegó a un acuerdo de ocho años de duración, en virtud del cual KHS mantendrá el rendimiento del equipo al más alto nivel en estrecha colaboración con el cliente. El contrato también incluye varios paquetes de servicios de mantenimiento, revisiones, repuestos, formación y monitoreo continuo. Al principio, un ingeniero integrado apoyó la transferencia de conocimiento a los operadores, asegurando así que se cumplan los procesos recomendados y probados al operar el equipo. Las visitas técnicas mensuales in situ y las revisiones de acuerdo con el programa, garantizan que los equipos se mantengan de acuerdo con las especificaciones. Además, hay reuniones semanales periódicas con el gerente de SLA y un diálogo continuo entre ambas partes. Más de estas unidades SLA, que son especialmente valorados por Diageo, se están desarrollando actualmente para una amplia variedad de emplazamientos en África, lo cual es una expresión de sostenibilidad y estrecha cooperación con KHS (ver el recuadro “Socio de confianza”).

* SLA = Service Level Agreement (Acuerdo de nivel de servicio): Contrato sobre la calidad y el precio de una prestación de servicio

“Los técnicos de servicio locales de KHS han demostrado ser especialmente valiosos”, enfatiza Jacob Bett. “Pueden resolver rápidamente los problemas que surgen durante la producción y realizar trabajos de mantenimiento preventivo durante sus visitas de rutina. Sin embargo, lo más importante para nosotros es que brindan capacitación adicional a nuestros operadores e ingenieros en el contexto de la capacitación en el trabajo”. Bett concluye que todo esto contribuye significativamente a la alta eficiencia general del sistema.